VALOR PEDAGÓGIVO Y LÚDICO
Despertar en
los niños la afición por la lectura, es un ideal perseguido incansablemente por
todo aquel que conoce y disfruta el inmenso placer que proporciona. El docente, es el que debe aprender cómo se debe enseñar la literatura, junto con un
acompañamiento, orientación y el saber cómo programar los contactos que tenga
el niño con la literatura infantil.
La literatura infantil es una de las grandes fuentes de diversión y de placer, de carácter voluntario y de gusto del niño, además, no solo permite fomentar a la lectura en el futuro, sino que, estimula su imaginación y las ganas de continuar aprendiendo a través de ella, junto con un conjunto de contenidos para aprender sumándole también una serie de vivencias y experiencias con las que tenga contacto el niño, contribuyendo así a su formación integral.
En consecuencia la literatura infantil con fines didácticos no pasa de ser una instrumentalización de la misma, que conduce a agotar sus frutos más importantes que el niño puede extraer de ella.
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